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Argentos por el mundo

José Palacios comenzará su quinta temporada en el béisbol de Alemania

Foto: Gregor Eisenhuth

Ubicada en el sudeste de Alemania, Regensburg (o Ratisbona, como se traduce al español) es el hogar de más de 165.000 personas y una de las ciudades que más rápido ha crecido económicamente gracias a las compañías automotrices, industriales y de energía eléctrica instaladas en la región. Y en ella el deporte no pasa inadvertido.

Más allá del SSV Jahn Regensburg, club que milita en la segunda división del fútbol alemán, el auténtico rey de la ciudad es el Regensburg Legionare, uno de los equipos más ganadores y con más tradición en el béisbol de ese país. Además, su estadio, el Armin-Wolf-Arena, con sitio para 3.100 espectadores, es el de mayor capacidad en Alemania. Y en él juega un argentino. Un salteño, más precisamente.

José Palacios, surgido del Club Popeye, está a punto de afrontar su quinta temporada en la pelota alemana, y la segunda con ese equipo. Días antes del inicio del torneo, hablamos con él sobre su presente, cómo es la vida allá, sus sueños de volver a la Selección para jugar los Panamericanos de Lima y mucho más.

-¿Cómo fue que desembarcaste en el béisbol de Alemania?

-Fue hace cinco años. Cuando Juanchi Martín se vino a jugar acá hizo contactos con distintas organizaciones, se dio la casualidad de que una necesitaba un catcher y me contactaron. Les mandé videos míos, el equipo de Munich se interesó y me trajeron. Con ellos jugué mis primeras tres temporadas y el año pasado me cambié de club y pasé a Regensburg. Esta temporada, que inicia en el último fin de semana de marzo, será mi segunda con los Legionäre.

-Y cuando llegaste, ¿qué decían tus compañeros, la gente en general, sobre que haya un argentino jugando pelota?

-Se sorprendieron mucho porque nos conocen por el fútbol, obviamente. Los alemanes ni sabían que en Argentina se juega al béisbol. Incluso algunos latinoamericanos también se sorprendieron. Por suerte en el primer año me fue muy bien y eso ayudó a que empezaran a entender que en Argentina realmente se juega pelota. Sumado a eso, Juanchi también tuvo buenas temporadas acá y eso colaboró con nuestra imagen.

-¿Cómo es vivir en Alemania?

-Me encanta, la verdad. Nunca tuve problemas de nada ni con nadie, me encanta socialmente cómo es este país. Su tranquilidad en el día a día, su seguridad, su economía no sufre cambios bruscos… es primer mundo. Hoy en día estoy en la ciudad de Regensburg, que queda aproximadamente a cinco horas de Berlín. La gente es muy amable a pesar de que el alemán es conocido por ser frío y distante. Eso no es tan así, son super atentos y están siempre detrás nuestro.

“La Bundesliga es un torneo semi-profesional, en el que a los únicos que se les paga es a los extranjeros. Acá los alemanes están muy influenciados por los estadounidenses y en todos los niveles del béisbol vas a encontrar a muchos americanos jugando”

-¿Vos allá vivís del béisbol o también trabajás por fuera del deporte?

-Si bien cobro un sueldo por jugar, en los equipos que estuve siempre, por contrato, me consiguieron un empleo. Durante la temporada regular trato de no trabajar para enfocarme íntegramente en el deporte, pero en la offseason sí lo hago, ya que es lo que me ayuda a mantenerme económicamente. Hoy en día estoy en la empresa Decathlon, una compañía francesa de indumentaria deportiva. Además, trabajo porque el día de mañana, cuando me retire, quiero tener algo y poder radicarme definitivamente acá. Alemania me gusta mucho y tengo ganas de quedarme.

-Hablanos un poco de la liga y de cuál es su nivel… 

-La Bundesliga es semi-profesional y a los únicos a los que les pagan es a los extranjeros. Generalmente, el torneo comienza en abril y termina a principios de octubre, pero este año el calendario será atípico porque se juega el campeonato europeo, así que la liga terminará a fines de agosto para que los jugadores estén con su selección. Acá los alemanes están muy influenciados por los estadounidenses y en todos los niveles del béisbol vas a encontrar norteamericanos jugando. Hay muchos entrenadores, también. El año pasado, por ejemplo, el coach de mi equipo era yanqui. Había jugado con los Pirates en las Mayores y fue entrenador a nivel Triple A. Otra cosa a mencionar es que los equipos invierten mucho dinero en jugadores. En mi equipo hay peloteros ex-Triple A y también jugué con varios ex-MLB. Básicamente, el nivel de este deporte se define siempre por la calidad de los pitchers. Si vos tenés lanzadores buenos, todo el juego mejora y eso es lo que buscan acá. Todos los años traen lanzadores norteamericanos o de Australia, pero no son tan adeptos a traer latinos.

-¿Se utilizan mucho las estadísticas para el juego?

-Sí, todo el tiempo se trabaja en base a estadísticas. Con los americanos se desarrolló mucho, se lleva nota de todo. Este año en el club tenemos un coach nuevo, un italiano que está en un programa de Grandes Ligas y es muy estudioso del juego. Lo primero que hizo cuando llegó fue ver los videos de todos los partidos de los últimos dos años, y ya tiene la información de las zonas calientes, los lugares del campo hacia donde batea cada uno, nuestros puntos débiles, por qué bateamos bien y por qué mal. Con los lanzadores es igual: conoce sus lanzamientos y la efectividad que tiene cada uno.

-¿Que nos podés contar sobre tu equipo, el Buchbinder Legionäre?

-Para mí es el mejor equipo de Alemania, por lejos. Estructuralmente está muy bien y tenemos el mejor estadio de la liga, con características similares a los de ligas menores de Estados Unidos. Es uno de los únicos clubes que tratan de no pagarles a muchos jugadores. Lo hacen conmigo, con un yanqui que está en el equipo hace diez años y con los lanzadores que vienen de refuerzo. El motivo es que tenemos una academia de jugadores muy grande y buena. De hecho, es una de las más reconocidas en el continente y su entrenador es el encargado del programa de desarrollo de MLB en toda Europa. Los chicos viven en ella, es tremenda. Tienen un programa de alimentación, colegio, todo incluido. Lo que se busca es que los jugadores que aún no pueden firmar en Grandes Ligas jueguen en nuestro primer equipo. Por eso mismo fuimos el club con el promedio de edad más joven de toda la Bundesliga durante el año pasado, con varios chicos de 18, 19 y 20 años. Imaginate que yo, con 28, fui el tercer jugador más viejo.

-¿Qué diferencias encontraste entre la liga alemana y el béisbol de nuestro país?

-Comparando el pitcheo de acá con el de Argentina, te puedo decir que hay mucha diferencia. Para que te des una idea, en el equipo hay chicos que tiran 90-92 mph. Hoy estuve viendo viendo bullpen de un par de pitchers y uno llegó a las 95-96 y el otro a las 92-93. Ambos están firmados por equipos de MLB y se están yendo a Estados Unidos. Para la temporada que está por comenzar, mi equipo contrató como refuerzos a un derecho que está en el rango de las 93 millas y a un zurdo que está en las 88-90. Todos los clubes tienen lanzadores así. Traen extranjeros con mucha experiencia, entonces así se desarrolla el juego porque para hacerle frente a esa velocidad necesitás un bateador de poder. Y ahí empiezan a venir los tercera base, los catchers y outfielders con experiencia en Triple A que pueden manejar esas velocidades y sacarla del estadio. Así se van armando los equipos acá. Lo que el béisbol alemán está tratando de desarrollar es al jugador local, específicamente. Volviendo a la pregunta, la gran diferencia con Argentina está en el nivel de los pitchers locales. Hay mucha diferencia entre el lanzador alemán y el argentino. Obviamente, tenés los equipos nuevos que suben desde segunda división y que no están armados todavía. Con ellos tal vez se nota la menor calidad en sus lanzadores, que están en el rango de las 80-85 y son muy irregulares. Con esa velocidad no te ganan partidos en la primera división de Alemania.

Las lesiones mermaron el tiempo de juego de Palacios durante 2018, año en que vio acción en solamente nueve juegos. (Foto: www.catchthefever.de)

-¿Tan vital es, entonces, el aumentar la velocidad de pitcheo para el desarrollo del béisbol argentino?

-Totalmente. Yo que creo que el deporte va empezar a cambiar y a crecer cuando comencemos a desarrollar buenos pitchers o que traigamos al principio buenos refuerzos extranjeros, como está haciendo la Liga Argentina, que obliguen a los bateadores a mejorar su velocidad. El tener otra velocidad en el pitcheo cambia la dinámica del juego, de la defensa, de todo. Eso es lo que nos falta en nuestro país. Es complicado hacerlo por la cantidad de peloteros que tenemos y eso es algo fundamental. Si bien en Alemania no es muy conocido el béisbol, hay academias con desarrollo de Grandes Ligas y se ve la diferencia que tienen unos con respecto a los otros. El querer ser profesionales y tener el apoyo de profesionales, como es el de Major League Baseball, es clave. Una vez que tengamos eso, vamos a mejorar, sacar mejores jugadores y tener mejores lanzadores. El pitcheo es la base de este deporte.

-¿Cómo ves a la distancia la actualidad de tu club, Popeye, y su franquicia en la LAB?

-Jugué 15 años en Popeye y dejé amigos como Fede Gómez, Pichu Talevi o Corcho Gómez. Me gustó mucho lo que hicieron en la LAB. El año pasado se vio la diferencia en el torneo. Ellos optaron por no contratar tantos extranjeros, el resto de los equipos sí lo hizo y estaban bien preparados. Yo siempre digo que hay que trabajar mucho en las inferiores, porque si no trabajamos ahí, no hay futuro. No importa lo que ganemos ahora, si no se trabaja en el desarrollo de los más chicos, el deporte desaparece. En lo que respecta al equipo de Primera, Popeye históricamente siempre tuvo un plantel fuerte, con buenos jugadores, responsables, que saben hacer su trabajo, pero en 2018 no se dio y no nos fue bien. El club debe seguir trabajando y empezar a ver las cosas con otra perspectiva, hay que ser más abiertos, ver la realidad de cómo el béisbol está creciendo en el país, seguir ese camino de crecimiento y no cerrarse en lo que uno cree que es correcto.

-¿Pudiste seguir la actuación del Team Argentina en la Serie Latinoamericana? ¿Qué te pareció?

-Sí, vi los partidos. Un sueño para Argentina estar en ese tipo de torneos. Los chicos nos representaron muy bien, jugamos en un buen nivel, pero no nos tenemos que olvidar la cantidad de refuerzos que tuvimos. Esa es nuestra realidad, para poder estar a ese nivel necesitamos lanzadores importados. Nosotros no los tenemos y tampoco trabajamos en ese desarrollo. Con lo que contamos se nota que se puede batear ante lanzadores de velocidad y que se defiende bien, pero nos falta lo básico, los pitchers. De todas maneras fue muy lindo y me puso muy contento por los jugadores y por lo que consiguió el país.

El Armin-Wolf-Arena, hogar del Bunchinder Legionare, fue construido en 1998 y albergó encuentros clasificatorios para el World Baseball Classic.

-Ya no falta nada para los Juegos Panamericanos, ¿soñás con estar Lima?

-Me encantaría. En diciembre estuve en Salta para el Torneo Nacional y la concentración de la Selección. En las dos semanas que tuve de competición y entrenamientos me sentí muy bien. Hacía más de un mes y medio que no enfrentaba a un lanzador y estuve muy cómodo bateando. Lamentablemente no estuve en la lista que viajó a Brasil en enero. Uno nunca pierde las esperanzas. Ahora voy a encarar la temporada acá, pero ellos saben que cuando me necesiten estoy disponible. Estuve lastimado del hombro, me lo operaron, el año pasado jugué de jardinero y para esta temporada volveré a mi puesto original, que es el de catcher. El Rana Arnedo me dijo que tendría que volver a estar detrás del home. Yo voy a seguir trabajando para tratar de tener mi oportunidad. Mi equipo ya sabe que si llega la convocatoria, me iría con la Selección y ellos están de acuerdo. Tal vez se da, uno nunca sabe lo que puede pasar.

-¿Te queda mucha cuerda? ¿Te ves jugando muchos años más en Alemania?

-Los últimos años estuve muy lastimado. Además de la operación en el hombro, me lesioné la espalda. Ahora estoy pretemporada entrenando seis veces a la semana, haciendo pesas y béisbol. Trato de mantenerme sano y fuerte. Siempre trato de encarar cada temporada como si fuese la última porque no sé hasta cuando el cuerpo me va a aguantar. Este año tenemos un muy buen equipo y el objetivo es ser campeones nuevamente. Personalmente, quiero volver a estar en los primeros diez bateadores en la liga.

Periodista formado en @escuelacpd, @DiarioOle y @defeweb. Béisbol y fútbol americano en Argentina. Coordinador y editor de @BeisbolArgCom.

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