Luego de muchos meses sin acción debido a la pandemia del COVID-19, el pasado fin de semana se llevó a cabo en Salta el tryout de la Selección Argentina de béisbol. Así fue que durante los días viernes y sábado, 35 jugadores se congregaron en las instalaciones del club Popeye para retomar las actividades en un año atípico.
En diálogo con Marcelo Alfonsín, entrenador de pitcheo de los Gauchos, él nos contó cuáles fueron las observaciones generales de las dos jornadas en el norte del país.
Da marcha atrás el regreso del béisbol en Buenos Aires-¿Cómo vieron a los jugadores en estos días?
-Los vimos bien. Fue una buena convocatoria, ya que se acercaron muchos chicos que no venían entrenando con el cuerpo técnico y que, a la vez, venían practicando individualmente o con sus clubes. Tuvieron la oportunidad de mostrarse y seguramente algunos se sumen a los entrenamientos de la selección.
-¿Les afectó mucho la cuarentena a la rutina de entrenamientos?
Top Seis: Patriots es la sorpresa de torneo y uno de los favoritos al título-Definitivamente, la pandemia afectó bastante el entrenamiento de los chicos. Algunos tenían más elementos a su alcance para poder entrenar y otros se vieron perjudicados por no tener esas variables disponibles. A pesar de eso, hubo muchos jugadores que hicieron un gran esfuerzo por continuar practicando pese a las circunstancias y se fabricaron sus propios elementos de entrenamiento, siendo creativos a la hora de exigirse.
-¿Se notaron cambios en la forma de juego pre-pandemia y post-pandemia?
-Sí. Lo que más notamos fue que el aislamiento les jugó más a favor a los pitchers que a los bateadores. Los lanzadores, con limitaciones y todo, pudieron seguir tirando la pelota en casa contra un colchón o en la pieza con algún amigo, mientras que los bateadores no tuvieron la posibilidad de ver pitcheos reales por más de ocho meses y, al regresar, lógicamente lo hacen desde el tee o en soft para recomponer la forma. Va a llevar algo de tiempo a que se ajusten al pitcheo real.
Top 6: Daom y Patriots definen el título-¿Sienten que estos tryouts después de tanto tiempo fueron favorables?
-Los tres tryouts que se hicieron tanto en Buenos Aires, como este de Salta y el de Córdoba fueron muy favorables. Primero porque nos dieron una visión más real de la actualidad de cada jugador porque a la distancia, y por Zoom o por WhatsApp, es una cosa, pero frente a frente es otra. Segundo porque nos permitió a cada uno de los entrenadores que viajamos tener una visión global de cada uno y no sólo de los chicos de nuestras provincias. Por supuesto, es mucho más económico para la federación el mover a los entrenadores que mover a todos los jugadores a un solo lugar para evaluarlos.
Además de conformar el cuerpo técnico, Marcelo es el encargado de supervisar y formar a los lanzadores bajo la modalidad y técnicas de Driveline, el prestigioso programa estadounidense que tan en boga está en el béisbol de más alto nivel mundial. Si de hacer un análisis se trata, contó que “la evolución de los jugadores se nota en el aumento constante de la velocidad de los lanzamientos”, tomando como partida el mes de junio, mes en el que comenzaron con las mediciones individuales.
-¿Cuál es el panorama general del uso de Driveline en la selección?
-El programa sirvió para darles una alternativa a todo lo que ya venían haciendo o que ya conocían de antes. No todos los chicos hacen este programa porque no es para todos, ya que requiere de cierto nivel de fuerza y experiencia y algunos de ellos no se sienten cómodos trabajando con pelotas con peso. Todavía no logramos implementarlo en su totalidad porque nos faltan ciertos implementos y tecnologías, aunque con lo que tenemos hicimos muchísimo pero aún falta mejorar. Creo que el mayor cambio fue que algunos de los lanzadores comprendieron cómo es la rutina semanal de un pitcher y cómo se debe trabajar en el mediano y largo plazo.